Nos alegra muchísimo que Kokoro haya sido adoptado por Judith. Es un gato tan sumamente bueno que se merecía encontrar a una persona como ella. Ya nunca volverá sufrir.
Kokoro, alma o corazón, es un nombre japonés que le define muy bien.
Muchas gracias Judith por elegirlo. Donde otros vimos miedos, tú solo viste oportunidades.
Sin duda, estáis hechos el uno para el otro.
¡Que seáis muy felices!