Mónica había sido adoptante de dos gatitas zarposas, Sía y Bonnie.
En esta ocasión quiso ayudarnos siendo casa de acogida de Zoe y Kira.
Pero ser casa de acogida es muy duro. Le abres las puertas de tu casa a un animal para sacarlo de la calle.
Lo quieres y cuidas como si fuera tuyo, lo recuperas si está enfermo, pero sabiendo que un día se irá.
Así que Kira se fue adoptada y enseguida Mónica decidió que Zoe no podía dejar que también se marchará y ya no volvimos a ver a la peque.
Nos alegremos de que Zoe esté contigo y con tus niñas, Elsa y Sara.
Sia y Bonnie también están encantadas con la pequeña.
Nos hará muy felices que vuelvas a ser casa de acogida, porque en tu casa los gatos están muy bien atendidos y son muy queridos.
No nos tiene que dar pena cuando se van, sino todo lo contrario, porque adoptando sólo ayudas a uno pero acogiendo puedes ayudar a muchos.
Muchas gracias Mónica, por adoptar y por acoger.
¡Que seáis muy felices!
¡Has formado una familia preciosa!