Aunque Luna y sus hermanos se quedaron sin mami con sólo 15 días, a partir de ahí sólo les han ocurrido cosas buenas.
En primer lugar, haber pasado por una casa de acogida excepcional.
Y ahora al ser adoptada por Jesús, vuelve la suerte a sonreírle.
Gracias Jesús por convertirla en tu familia y por todas las molestias que te has tomado para que Luna se encuentre como una princesa en tu casa.
¡Nos alegramos de que esté contigo y que te esté haciendo tan feliz su compañía!
Gracias Lourdes y Espe, una vez más. Otra peque que ha pasado por vuestra casa y vuestras vidas. Y continuando con los hermanos, Nick y Juliette.