Hoy nos hemos despedido de nuestro Sheldon.
Lo mismo que a sus hermanos, la terrible leucemia nos lo ha arrebatado.
Sheldon, desde el instante que llegaste con tan solo un mes de vida no pudiste recibir ni más cariño, ni más amor de tu casa de acogida. Eras un gato bueno y amoroso, un dulce de algodón.
Gracias Adela, eres una persona maravillosa y Sheldon ha sentido lo que es tener familia hasta el último momento. Aunque sabíamos que esto podía ocurrir, como tú dices, nunca estás preparada para que suceda.
Descansa en paz pequeño, siempre vas a ocupar un lugar en nuestros corazones.