Wilma y Paula son una pareja inseparable.
Wilma estuvo mucho tiempo en la guardería, y aunque era muy querida por los voluntarios de Zarpa, también tenía un carácter difícil. Pero Paula quiso darle una oportunidad, subió a la guardería a pasearla y decidió acogerla en su casa. Y después de un tiempo compartiendo hogar, juegos, trabajo y vida, era imposible que se separasen.
Wilma y Paula nos han enseñado que todos los perros merecen una oportunidad, y que con cariño, paciencia y trabajo se puede conseguir un perro equilibrado y sociabilizado: un perro feliz.
Paula ha trabajado mucho con Wilma, con dedicación y amor. Wilma te agradecerá siempre que supieses ver más allá de su genio, y encontrases la perra maravillosa que es. Tendrás en ella una compañera incondicional.
¡Muchas gracias, Paula, por conseguir una nueva vida para Wilma! ¡Os deseamos toda la felicidad juntas!