Mera eras todo amor y dulzura y te hiciste querer desde el primer segundo.
Pequeña vuela lejos, vuela alto, te quedas en nuestros corazones.
Gracias Martina por acogerla, seguro que se ha sentido muy querida estando en vuestra casa.
P.D. La maldita panleucopenia nos la ha arrebatado.