A este grandullón nos costó un poquito más de la cuenta encontrarle una familia.
Pero lo bueno se hace esperar y Judit, Luigi y el peque de la casa Allan han dado una nueva vida a Oreo.
Estamos muy contentos de ver lo mucho que le queréis y lo feliz que es con vosotros.
Gracias, gracias, gracias por dar la oportunidad a Oreo de demostrar todo lo bueno que tenía por dar.
Adrián, muchas gracias por acoger al peque. Sin ti no hubiese sido posible este final feliz.