Mía era una perra completamente salvaje que había vivido varios años en el monte. Gracias a la ayuda de Edu y las ganas de aprender de Mía, en pocos meses ha dado un cambio espectacular. Ahora es una perra familiar, cariñosa y sociable.
Irene y sus padres están disfrutando de esta perra 10.
¡Sois una familia estupenda! ¡Muchas gracias por adoptar!