Cuando Arce fue rescatado estaba al límite de sus fuerzas. Pero Arce no se rindió, luchó y consiguió recuperarse.
Por eso, este final feliz es especialmente feliz. Gracias a los compañeros que lo rescataron, a los que lo cuidaron y ahora, gracias a Vera, Arce ha tenido una auténtica segunda oportunidad.
Con Vera va a descubrir una vida nueva, llena de cosas increíbles y preciosas. Arce, como buen perro, mirará hacia adelante, y sabrá aprovechar cada momento con su humana favorita, Vera.
¡Muchas gracias, Vera! ¡Os merecéis la mayor felicidad!