Mía ha tenido mucha suerte porque Alex y Patricia se percataron de las malas condiciones de vida que tenía en la fábrica en donde vivía y consiguieron sacarle de ahí para encontrarle una familia.
Lo que en un principio iba a ser una estancia temporal como acogida, se ha convertido en el hogar definitivo de Mía.
Ahí ha encontrado una gran familia. Ana Belén, sus niños, Sheila e Izan, y la perrita Kiara, la quieren con locura.
¡Os deseamos que se seáis muy felices!