El caso de Geraldine nos trajo de cabeza en su día, pero al fin podemos contaros que ha encontrado una preciosa familia. Esta traviesa gatita estaba muy mal cuando la recogimos y se convirtió en zarposa, pero gracias a los cuidados de sus papás de acogida y ahora a su familia definitiva ha conseguido salir adelante.
Ahora Geraldine está muy feliz y sólo quiere jugar y disfrutar de la vida gatuna que se merece. Está fuerte y con ganas de comerse el mundo.
¡Muchas gracias por acoger a esta gatita en vuestro hogar con tanto amor!