La INMUNODEFICIENCIA FELINA es una enfermedad que solo afecta a los gatos. NO SE TRANSMITE A PERSONAS NI OTROS ANIMALES DOMÉSTICOS. Entre los gatos se transmite principalmente a través de la saliva por mordeduras. Los cachorros pueden infectarse al nacer, a través de la leche materna.
El virus sobrevive solo unos minutos fuera del gato, y es susceptible a todos los desinfectantes humanos, incluido el jabón.
Es una enfermedad crónica provocada por un virus, que afecta a la respuesta inmunológica del animal, lo que provoca infecciones secundarias. No hay tratamiento para la inmunodeficiencia, pero las infecciones secundarias sí pueden ser tratadas con antibióticos.
La inmunodeficiencia NO ES MOTIVO DE EUTANASIA, salvo en animales muy enfermos o situación terminal.
Muchos de los gatos positivos, con una vida controlada, no desarrollan el síndrome de inmunodeficiencia ni sus síntomas, y pueden llegar a vivir tanto como los no infectados, llevando una vida normal.
RECOMENDACIONES:
- Proteger al gato frente a otras infecciones que empeoren la enfermedad.
- Revisiones veterinarias periódicas.
- Esterilización de los animales, para evitar agresiones.
- Puede convivir con otros gatos, ya que el virus no sobrevive en el ambiente, pero todos los gatos de la casa deben estar castrados, evitar las peleas entre ellos y comer separados.
- No deben comer carne cruda y se debe prevenir en lo posible que cacen, para evitar el contagio por Toxoplasma gondii, que es mucho más grave en gatos inmunodeficientes.