Margarita antes Blanca (a la izquierda) fue cedida por un cazador que no la quería más. Lo que ella no sabía es que iba a cambiar su vida. De estar encerrada en un chenil casi todo el día ha pasado a formar parte de una familia estupenda que se la lleva de vacaciones a la playa del País Vasco.
Ahora tiene de compañero de juegos a Federico y dos humanos que la quieren con locura. Gracias a Silvia y Sandoa ya no tendrá que pasar más penurias. No podemos expresar con palabras todo el agradecimiento que sentimos.
¡Mucha suerte en vuestra nueva vida juntos!