Moon se recogió en un parque después de estar encaramada a un árbol varios días. Llegó con muchos traumas y el corazón roto.
Su recuperación comenzó en casa de Tomeu y Elena, su casa de acogida, a los que estamos inmensamente agradecidos por la gran labor que realizan.
Y como lo imposible solo cuesta un poco más, Carmelo e Inés, le dieron la oportunidad de tener una familia.
¡Gracias por darle a Moon una nueva vida!