Todo empezó siendo casa de acogida, pero enseguida Lola no pudo resistirse a los ronroneos de Oreo.
A Joaquín, Lola y Marina, padres y hermana, los convenció rápidamente para que Oreo fuera un miembro más de la familia.
Ya tenemos a Oreo disfrutando del solecito de Almería. Y durante el curso estará en Zaragoza hasta que Lola finalice sus estudios.
Muchas gracias Lola por haber adoptado a Oreo y por ayudar a otros gatos siendo casa de acogida.
¡Que seáis muy felices!