¡Completamente enamorados! Así están Helena, Gonzalo y sus hijos, Diego y María con Zan.
El grandullón ha utilizado su superpoder gatuno dejándolos totalmente engatusados.
Y ellos a nosotros, ya que no podemos estar más felices por la suerte de Zan.
Os deseamos lo mejor y ronroneos a tutiplén.
Mil gracias a sus casas de acogida, Luz, Pedro y Tomeu, gracias una vez más, por cuidarlo y prepararlo para su nueva vida.